El gas natural que alimenta a las plantas de licuefacción está compuesto principalmente por metano, algo de hidrogeno e impurezas tales como sulfuro de hidrogeno que, aunque su concentración es residual no debemos dejarlo de tener presente por su acción corrosiva. El proceso de licuefacción se lleva a cabo disminuyendo la temperatura del gas y aumentando la presión.
Teniendo en cuenta la baja temperatura, la hermeticidad, la corrosividad del H2S presente y la expansión del gas licuado en la cavidad de la válvula, FBV recomienda utilizar una válvula de bola de asiento blando de acero forjado para servicio a baja temperatura, de doble bloqueo y descarga (DBD). Las válvulas de bola FBV que están diseñadas para servicios de GNL a baja temperatura, incorporan en la construcción del cuerpo de la válvula y las partes internas materiales especiales para ser usados en esas condiciones de servicio. La estructura del sello se diseña para adaptarse completamente a la temperatura y al grado de sellado sin fugas especificado por el usuario. Estas válvulas incluyen un sistema de alivio de la presión generada por la regasificación del GNL que se produce en la cavidad central de la bola. Este sistema está diseñado para evitar los daños que este aumento repentino de presión pueda producir en el mecanismo de sellado y/o en la operación de la válvula.